Reseña "El soldado anónimo".
El soldado anónimo o también conocida como Jarhead es una película estadounidense estrenada en 2005 dirigida por Sam Méndez y protagonizada por Jake Gyllenhaal en el papel de Swofford. El título hace referencia a la forma coloquial con la que se denomina a los marines, "cabezabotes", debido a la aparencia otorgada por el corte de pelo militar típico de los marines.
Esta película escenifica el drama vivido por los soldados norteamericanos en desarrollo de la operación tormenta del desierto, conflicto bélico propiciado por Estados Unidos en 1991 el cual buscaba expulsar de suelo de los Emiratos Árabes Unidos a las tropas invasoras de Irak quien por esos días estaba gobernada por el dictador militar Saddam Husein, él fue quien dio directamente la orden de ocupación del emirato ubicado en la península arábiga.
De esta manera llegan las tropas al sitio de batalla, pero más que el drama propio del combate la trama de la película hace énfasis en la crisis del individuo lejos de su familia de su cónyuge o novia, lejos también de sus sueños, aspiraciones y demás cosas inherentes al lugar de origen, cuanto más, a precio de un conflicto bélico el cual obedece a intereses ajenos e inentendible en la mayoría de los casos.
El hacinamiento en la base instalada en el desierto supone una situación social compleja pues al encontrarse solos entre hombres se comienzan a generar algunos trastornos en el comportamiento, pues por largas jornadas quedaban desocupados aún cuando entrenaban arduamente el ocio los fue carcomiendo y poco a poco los llevo a tener una rutina de profundos cuestionamientos con su nación, con Dios y consigo mismos.
Tal vez una de las escenas más fuertes es cuando se encuentran en una zona común en la cual veían películas y el soldado más entusiasta con la función, activa un viejo formato vhs con la sorpresa que en el video en lugar de una película aparecía su esposa sosteniendo relaciones sexuales con el vecino, el soldado entra en una crisis inmanejable y entre la burla y solidaridad que brindaban sus compañeros se alcanzaba a escuchar en la grabación a forma de reproche la voz de la esposa preguntándole de manera irónica “ahora ¿quién es más infiel, maldito?
Esto por citar una escena en particular, pues toda la película transcurre en medio de recuerdos y proyecciones propias de una persona en una situación tan apremiante como estas en donde el único contacto con la civilización eran los exacerbados discursos motivacionales de los comandantes quienes a partir de la promoción de un sentimiento nacionalista realizaron un lavado de cerebro apenas necesario para hacer creer a una persona que asesinar a otra es normal en aras de defender los intereses de...¿quién?
Esa es la penosa síntesis de las guerras, muchos defendiendo a pocos a precio de petróleo o de minerales, mañana tal vez a precio de agua.
La narración es de una celeridad interesante y la caracterización de la angustia y fatiga por momentos llegan a transmitir el cansancio del personaje a tal punto que se siente compartido; los efectos especiales tales como el vómito de arena queriendo caracterizar el tedio y calor de la situación enriquecen la producción.
Alejandro Forero Cuéllar
La invasion iraquí de 1990 fue sobre Kuwait, no sobre los Emiratos Árabes Unidos.
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