Reseña "Las tortugas también vuelan".
Es una película escrita y dirigida por el director de cine iraní Bahman Ghobadi.
Fue la primera película grabada en territorio iraquí desde la caída de Saddam Hussein.
Sin lugar a dudas es una de las películas más crudas en relación a la narración de las infidencias de la otra cara de las guerras, esa cara que poco muestran por los medios de comunicación en el cubrimiento de estos absurdos del ser humano, habló de las consecuencias sociales, de niños abandonados, viudas, viudos, crisis alimentaria, de servicios públicos y del tejido social.
De la guerra es difícil extraer algo bueno, las narraciones escena a escena son traumáticas, pues reflejan una gama de miserias que ninguna otra temática logra recoger; el abatimiento espiritual es complejo evadir, minuto a minuto el espectador sufre un viacrucis constante pues existe una latente posibilidad de acrecentar la larga sucesión de tragedias.
El panorama, !impeorable¡ la película da hasta para crear nuevos términos… una comunidad rehaciéndose con retazos de podredumbre e indolencia…un grupo de niños guiados por un líder innato de sobrenombre Kat Satellite interpretado por el actor Soran Ebrahim; entre el ejército de “Satellite” se encuentran soldados amputados en sus piernas, también con deformaciones tal vez congénitas o producto del conflicto bélico, a ellos se suman una mística familia de tres aparentes hermanos de los cuales el mayor tiene 13 años y no posee brazos, una preciosa niña de no más de 11 años y un bebé de algo más de un año, gran variedad de dramas con un común denominador…todos sus actores menores de 15 años.
La trama gira en torno a la progresiva develación de un drama más, un drama que no es accesorio, es aún más profundo, tal vez más doloroso…la niña anteriormente mencionada, mediante un recuerdo realizado como flashback se ve violentada sexualmente por un grupo de combatientes al parecer de un grupo subversivo…eran varios sujetos, quienes reflejados por la producción llegan a ostentar un carácter muy similar al de la abstracción de demonios, pues la posición indefensa de la niña y de su hermano sin brazos tratando de auxiliarla, enmarca una de las tantas canalladas que se cometen a diario en diferentes lugares del planeta de los humanos.
Fruto de esta violación entra a hacer parte de la película el que aparentemente era el menor de los tres hermanos, quien es realmente el hijo de la niña de 11 años.
La niña y su hermano de condición huérfanos, arrastrando con un bebé fruto de una violación y en medio de una guerra; realmente es un panorama el cual da para creer en cualquier tipo de desenlace, como efectivamente se da, la niña en una crisis lo suficientemente aguda como para no ser comprendida deja dividida moralmente a una sala de cine y a todo aquel que en su vida vea esta película.
Recurrentemente ronda el filo de un abismo cercano al asentamiento, como el que contempla un absurdo, se puede sentir el vacío y en él…la inherente invitación con una voz trémula imaginaria, que insta a cesar con un sufrimiento… ella se devuelve varias veces hasta que se decide, primero se interna en un lugar supremamente nublado para proceder a abandonar el niño en medio de un collado grisáceo, se arrodilla… le da un beso y lo deja allí amarrado con una cuerda de un pie a un árbol, en tanto se desaparece en la niebla el bebé le llama…
Después aparece uno de los enlistados de Satellite corriendo en búsqueda de su líder para informarle que “el hermano menor del manco”, estaba en la zona con minas antipersonales…era el bebé, quien en un absurdo, en un capricho divino arrastraba la cuerda y había aparecido nuevamente en escena, Satellite corre hacía el lugar con un sequito de niños …al llegar y con el sentido humanitario y el desmedido agrado por la “hermana del bebé” decide ir a rescatarlo con el infortunio de pisar una mina…
Salva al niño, pero él queda lesionado en una pierna.
De nada valdría su esfuerzo pues el bebé terminaría amarrado a una piedra y lanzado a un lago fruto de la saña y el dolor que habitaba en su madre, posteriormente el hermano mayor en un dolor aún más grande acude al lago con el ímpetu de la desolación para constatar tal absurdo…se sumerge y en el fondo del lago ve las botas azules de caucho del sobrino que tanto amaba, no tiene forma de sacar el cadáver del bebé y sale del agua para después ir hasta el borde del abismo, ese que esperaba por su hermana desde hace varias jornadas atrás, al llegar al sitio se inclina y con su boca toma del suelo las chancletas de su hermana, las cuales abandonadas al filo del risco disparaban un frío sepulcral hacía el auditorio.
Termina la historia y con ello de manera simultánea la guerra, Satellite queda solo…la escena es de frio y tristeza.
Alejandro Forero Cuéllar.
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